La tecnología está entrelazada con cada aspecto de nuestras vidas personales y profesionales, y las Amenazas Persistentes Avanzadas (APT, por sus siglas en inglés) representan uno de los mayores desafíos en ciberseguridad. A diferencia de los ataques más visibles y disruptivos, las APT operan en las sombras, infiltrándose sigilosamente en los sistemas, con objetivos estratégicos